Al Abanderarlos en el CNAR
RECOMPENSAREMOS CON
EL DINERO DEL PUEBLO A
TODOS LOS DEPORTISTAS
QUE IRÁN A TOKIO: AMLO
Por Víctor M.
Rodríguez Ocádiz
Por fin el mandatario
nacional aceptó que un servidor público, no es más un simple administrador del
dinero del pueblo, aunque no lo hace sentir en el pago a adultos mayores en la
tarjeta del bienestar, pero todos los deportistas nacionales recibirán una
recompensa, y especialmente a quienes logren una presea en los Juegos Olímpicos
de Tokio 2020.
Esto lo manifestó durante el
discurso a los atletas, como parte de la ceremonia de abanderamiento celebrada
en el Centra Nacional de Alto rendimiento que está cargo de la Comisión Nacional del Deporte.
También habló del alto a la corrupción existente en México.
Cada vez entiendo menos de
política, Ruth Castillo, una de las atletas que menos respaldo tuvo durante su
intensa preparación para integrar la delegación mexicana a los Juegos
Olímpicos, felicitó a la titular de la CONADE, en la ceremonia de
abanderamiento celebrada en el CNAR.
La brillante gimnasta habló
a nombre de todos los deportistas que estarán en Japón, elogió a la ex velocista
dirigente del deporte en nuestro país, a pesar de no recibir apoyo alguno del
gobierno. Su patrocinador Azúcar de Caña pagó los gastos del fogueo
internacional.
Ruth, quien asistirá a su
primeros Juegos Olímpicos en la modalidad de trampolín, sentenció que su
llegada a Tokio fue posible por el impulso de las autoridades y sobre todo
agradeció a quien está pendiente que nada les falte a los deportistas
olímpicos.
Dijo que la experiencia de la funcionaria es primordial para un buen entendimiento entre los atletas y dirigentes y más que nada por la comprensión de las necesidades de cada uno de quienes se encuentran en un buen nivel deportivo.
Una situación similar a la
que sufrió Castillo se manifestó entre una gran mayoría de los atletas, quienes
son respaldados por sus familiares no solamente para cumplir con su preparación,
sino también cuando deben acudir a sus competencias de clasificación a la
máxima justa deportiva del mundo.
Nadie se ocupa de ellos,
hasta que sobresale en sus respectivas disciplinas, todo mundo se pone el saco
y alaba su desempeño. Esto no es nuevo, se ha presentado en décadas. Los
federativos deben ser investigados, en clavados no va Paola Espinosa, en
Ciclismo no asiste la campeona del mundo y una esgrimista ya representa a una
nación europea.
Cuando trabajamos en la Dirección
General de Educación Física y poco después en la Organización Deportiva
Panamericana, señalamos que nuestros representantes deberían entrenar en cada
una de las naciones con el mayor desarrollo en su respectivo deporte.
Sabemos que cuesta mucho
hacer realidad esta sugerencia, pero solamente así podremos aspirar a los
primeros sitios en el mundo. Hacerlo después del enorme esfuerzo a base de
propios recursos que no todos tienen, pueden acabar con las ilusiones de
muchos.
Sólo hay que acordarse de
los boxeadores que salieron a botear a las afueras del Comité Olímpico Mexicano
en Avenida del Conscripto, para poder pagar sus gastos al extranjero y buscar foguearse
en otras latitudes. Lo mismo debe ocurrir con entrenadores y médicos.
Hay diversas clases medias,
la alta, la media media y la baja, no todos tienen las mismas posibilidades por
muy aspiracionistas que sean, de solventar su preparación.
Los estímulos que anunció el
jefe del ejecutivo se deben aportar a los atletas antes de cumplir un ciclo de
cuatro años, varios de los enfundados en el uniforme blanco sin chiste de la
representación nacional en Tokio, presentados hoy, posiblemente al regreso
dejarán el deporte para dedicarse al estudio.
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