Citius, Altius, Fortius
NO TENDRÁN ESTA VEZ
UNA REINA
LOS JUEGOS OLÍMPICOS
DE TOKIO
Por Víctor M.
Rodríguez Ocádiz
Nunca en la vida he sido pesimista, pero esta ocasión debo
señalar que unos Juegos Olímpicos como los de Tokio, se quedarán sin una figura
que los ejemplifique, ante la lamentable retirada de la gimnasta estadounidense
Simone Biles de 24 años, a menos que se reponga y gané por aparatos.
Por lo pronto, debido a problemas mentales, no estará en las
finales individuales a disputarse el jueves. Los médicos comentaron que es
preferible centrarse en su salud emocional. Para ello la evaluarán diariamente
para tomar la decisión si estará en las finales por aparatos.
Biles admitió la presión que ostentaba al tener sobre sus
hombros el ganar todo, pero puso a todos en su sitio al recordar que los
atletas son seres humanos y se debe cuidar su salud mental. Espera estar lista
para el 1 de agosto en donde se definirá la monarca de salto y barras
asimétricas. Un día después la especialidad de piso y posteriormente la viga.
Biles tuvo que enfrentarse a problemas personales, como los
abusos sexuales pasados que sacó a la luz antes de llegar a Japón y que tiene
al médico abusador con una pena de 175 años en prisión. Los traumas pueden
emerger años después como es su caso. Y es que a los deportistas de alto
rendimiento los ven como marcas sobre todo si tienen éxito. Todos tienen una vida
y no los tratan como personas.
Después de ser exitoso, ya no tienes nada que ganar y mucho
que perder. Tras esto que puede hacer el deportista. Las redes sociales,
admitió Biles le hicieron mucho daño a tal grado que ya no confiaba en ella
misma. Sólo después de levantarse en la mañana tienes millones de mensajes y
eso representa una losa en tu concentración.
Muchos atletas lo pueden superar, otros no, pasan por un período complejo y la presión se añade a todo lo que hagas. Existe la ansiedad social en donde te preguntas ¿Qué pensarán de mi?. La tenista japonesa Naomi Osaka sufrió esta crisis y no atendió a los periodistas en Roland Garros. La nipona quien encendió el pebetero de esta competencia, sintió que tenía todo el peso del orbe en su espalda.
También existe el miedo a ser observado todo el tiempo,
según los psicólogos. Pocos son los atletas que lo pueden exteriorizar, por el
temor del qué dirán, además una muestra de esta problemática puede aprovecharla
el oponente. Si el deportista se siente mal en el terreno de la psicología
difícilmente lo dirá.
La valiente decisión de Simone de hablar de los demonios que
trae encima, puede servirle para superar este contratiempo, en buena medida la
catarsis, la ayudará a continuar con la competencia. Hay que recordar que el
estrés, algo silencioso, lo sufrieron excelentes deportistas en España y
llegaron al suicidio por la gravedad de la enfermedad mental.
En 2026, Biles salía a competir sonriente, ahora tiene un
gesto adusto, ya no se divierte, no lo disfruta. Sin embargo tiene por delante
la calidad suficiente para imponerse a ella misma y salir en busca de las
medallas restantes, aunque ya se perdió el All Around.
En caso de no ganar, no pasará nada, su problema salió al
exterior, no tiene nada que esconder y mucho que entender. De inmediato debe
dejar a un lado las responsabilidades de ser la mejor, tener ejercicios
imposible de calificar por los jueces, además de las que tiene con sus
patrocinadores.
Igualmente con los medios de comunicación, quienes primero
fabrican ídolos, y cuando éstos no les responden, los critican a más no poder.
Finalmente, no se puede dejar de lado la responsabilidad que tiene con la
sociedad y sobre todo la de sus relaciones personales e interpersonales.
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