Citius, Altius, Fortius

PODRÍA OLVERA IBARRA PARTICIPAR

EN CINCO JUEGOS OLÍMPICOS

Por Víctor M. Rodríguez Ocádiz

Osmar Olvera Ibarra a sus escasos 17 años, se convirtió en una sólida promesa mexicana en el futuro de los clavados a nivel Juegos Olímpicos. Tendrá la oportunidad de asistir a París en 2024, a Los Angeles en 2028, a Brisbane en 2032 en donde a sus 28 años, cumplirá la edad ideal para un competidor, estará en su mejor momento, la presión y experiencia no serán obstáculo en su actuación.

Y por si fuera poco, podría estar en la competencia de 2036 que aún no tiene sede. Tendría 32 años cumplidos, y completaría sus Quintos Juegos. Su brillante actuación en los Olímpicos de Tokio, lo llevó a participar en las semifinales del trampolín de tres metros en donde se posicionó en el sitio 16 del mundo, y por dos lugares no pudo colarse a la ansiada final.

Quedar como segundo reserva, con posibilidades de instalarse entre la mejor docena de saltadores, no resultó fácil y menos en una contienda en donde los concursantes demostraron su enorme categoría y el reñido concurso los llevó a conseguir puntuaciones muy elevadas.

Además de los clavadistas chinos, británicos y por ahí un egipcio que pronto será uno de los oponentes a vencer en las competencias venideras, sumaron excelentes puntajes debido a la dificultad de sus ejecuciones y a la buena definición a la hora de tomar el trampolín y entrar a la fosa. Esto lo comprendió su entrenadora Mae Jin, quien al finalizar lo felicitó..

Quienes ya son conocidos por los jueces, obtienen las calificaciones más altas, por ello urge no solamente que Olvera entre al selecto grupo de los mejores exponentes de la especialidad, también que haya representantes de jueceo de nuestra nación.

El más joven de la delegación mexicana a los Olímpicos, lleva el deporte en la sangre, es hijo de un gran deportista, Sergio Olvera, jugador de las Aguilas Blancas del Instituto politécnico Nacional y entrenador en Jefe de los Toros Salvajes de Chapingo. Su mamá es Mayanin Ibarra, su hermana Maylin Olvera, y su abuela Alma Bahena, educadora física del Grupo “C” de la Generación 1967 – 1969 de la ENEF.

En la semifinal de Tokio, como es costumbre en la mayoría de los concursantes nacionales, cerró en sus últimos dos clavados con un alto grado de dificultad, en el penúltimo no logró la calificación deseada, pero en el epílogo de su intervención, el salto en posición “B”, con 3.9, uno de los más difíciles de ejecutar, logró 76.05 que le permitió sumar 384.80 unidades.

Por su parte Rommel Pacheco se despidió de su carrera deportiva sin lograr medalla, terminó en sexto puesto. En la semifinal realizó un estupendo salto de 91.20 con cuatro giros y dos vueltas con grado de dificultad de 3.9.

Cabe resaltar que otro mexicano nacido en Guanajuato, compitió con buena actuación por República Dominicana, nacionalidad que adoptó debido a los problemas y contratiempos con la gente de la Federación Mexicana de la especialidad, varios federativos seguramente piensan en la fuga de talentos a otras naciones y recuperarlos cuando tienen que demostrar su trabajo.

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