EMOTIVA REMEMBRANZA EN HONOR AL MAESTRO
FERNANDO ACEVEDO
RENDON ORGANIZO AMAEDAD
Por Víctor M.
Rodríguez Ocádiz
Más que un conversatorio en honor del profesor Fernando
Acevedo Rendón, fallecido recientemente, se convirtió en emotiva remembranza de
su paso por esta fructífera existencia en donde privó el amor, afecto, cariño
de parte de sus familiares, amigos y compañeros de la Generación 1967-1969 de
la Escuela Nacional de Educación Física.
En esta reunión convocada por la Asociación AMAEDAD que
dirige el doctor Minahuaztékalt Vázquez Hernández, quedó de manifiesto el
enorme reconocimiento a la trayectoria del llamado por sus seres queridos como
“Abuelito” y “Negro” por sus colegas participantes en una tarde mágica plagada
de recuerdos hacia su persona.
Su inseparable esposa Consuelo, quien lo acompañó en todo
tomento en su quehacer cotidiano y últimamente en los festejos de generaciones
de educadores físicos, así como a las innumerables asesorías promovidas por la
Asociación descrita líneas arriba, afiliada a la Confederación Deportiva
Mexicana, agradeció, acompañada por su familia las muestras de afecto hacia
compañero de vida.
Rodeada de hijos, nietos, sobrinos, hermanos y otros
familiares, algunos radicados en norte y en el vecino país estadounidense,
escucharon con atención y tristeza reflejada en el rostro, las vivencias acumuladas
a lo largo de su vida al lado del carismático maestro.
Todos y cada uno de los integrantes de su singular familia, externaron su sentir y lo recordaron con enorme cariño. Por su parte varios colegas hermanos y compañeros de profesión, igualmente externaron los inolvidables momentos no solamente en su paso por el Alma Mater, sino en los diferentes trabajos en donde coincidieron.
Correspondió a Enrique Basulto, otro distinguido profesor, integrante del Grupo “F” denominado “Dorados”, rememorar los tres años que estuvieron en la escuela, Dijo que lo conoció hace 56 años y a lo largo de su trayectoria como educador se distinguió por su profesionalismo y entrega en las diversas tareas y cargos que ocupó.
Enrique señaló a su compañero como un experto en temas de
recreación, así como en campamentos, actividad fundamental en el crecimiento y
madurez de la niñez y adolescencia de miles de alumnos de instituciones
públicas y privadas.
Acevedo Rendón nacido en Chilpancingo, Guerrero, trabajó en
instituciones dedicadas a fomentar la educación física y el deporte, tuvo a su
cargo diferentes jefaturas. Así lo mencionó el maestro Guillermo Herrejón,
mejor conocido como Willy cuando Fernando dirigía las actividades recreativas y
deportivas en la Casa Popular Plutarco Elías Calles bajo el lema de orden y
disciplina. Desde ese entonces lo llamó Jefe de Jefes.
Antes también estuvo bajo sus órdenes en el Instituto
Nacional de Protección a la Infancia (INPI), ahora denominado Desarrollo
Integral de la Familia (DIF) cuando Acevedo fungió como Jefe de Area. Asimismo personal que laboró con él en el Congreso
de los Trabajadores (CTM). ISSSTE lamentó su deceso, de igual forma sus compañeros
de licenciatura en la Escuela Superior (ESEF)
Integrantes de la ENEF, enviaron un saludo a la familia, entre ellos
Mariano Caro, expresidente de la Federación de Montañismo y Excursionismo de la
CODEME, quien lamentó no estar en este conversatorio debido a un problema
familiar.
Su hiperactividad lo llevó a conformar un equipo de cachibol,
e invitó a jugar a colegas de su generación. La calidad de la sexteta quedó de
manifiesto en varios torneos de instituciones y campeonatos nacionales de su
categoría en donde se proclamó tetracampeón de México.
Durante el conversatorio, la maestra Alma Cituk, presidenta
de Poesía de la Alcaldía Iztapalapa, le declaró uno que versaban sobre la
desaparición del querido mentor, Dijo que hay amigos que se aman, que se juntan
sinceros, desgraciadamente parten y no los vuelves a ver más, pero en mi
corazón estás y en mi mente vivirás.
Finalmente la profesora Irma Castellanos le dedicó el poema de
Nezahualcóyotl llamado Lo Pregunto en donde se preguntó si Acaso se vive con raíz
en la tierra, ni para siempre aquí solamente un poco, pues aunque sea de jade
se quiebra, aunque sea de oro se roempe y aunque sea plumaje de quetzal se
desgarra.
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