Honor a Quien Honor Merece
LLEVA EL NOMBRE DE
PABLO JASSO GONZALEZ, EL
ESTADIO DEPORTIVO DE
LA NORMAL DE MAESTROS
Organizaron un Emotivo
Festejo por 56 Años de Trabajo
Por Víctor M.
Rodríguez Ocádiz
Honor a Quien Honor Merece. En Vida Hermano en Vida. En
estas frases podemos resumir el Homenaje a que fue objeto el profesor Pablo
Jasso González, por parte las autoridades de la Benemérita Escuela Normal de
Maestros el día 18 de febrero pasado. El reconocimiento al mentor de varias
generaciones de docentes fue más allá, el Estadio Deportivo de dicho liceo ya
lleva su nombre.
Originario de Toluca, Estado de México, el ex - director de
la Escuela Superior de Educación Física, estuvo rodeado por cerca de 300
docentes entre los que pudimos observar a familiares, compañeros de Generación
de la ENEF, ex – alumnos, y profesores de la BENM, así como autoridades de la
Normal Superior y de las diversas Direcciones de la presente administración en
la Ciudad de México.
El festejo incluyó una convivencia deportiva en donde
profesores de antaño, corrieron algunos metros en la pista de la señalada
institución. Jasso emocionado, recibió las congratulaciones de deportistas
surgidos de ambas escuela, la Normal de la Maestros y de Educación Física,
algunos de ellos entrenados por él.
Entre sus logros a nivel internacional se encuentran el
laborar como miembro del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de 1968, en
esa fiesta deportiva del mundo fue el jefe de Centros de Entrenamiento y del
Ceremonial y Protocolo de la Sección de Esgrima.
De idéntica manera se desempeñó como responsable del
secretariado técnico de la primera (65), segunda (66) y tercera (67) Semana
Deportiva Internacional, previas a la celebración de los Juegos Olímpicos de la
XIX Olimpiada de México. También la Secretaría de Educación Pública lo designó
director de la Escuela Superior de Educación Física.
SUS INICIOS
Su educación fue producto de una convivencia con mujeres
pues a los tres años quedó huérfano de padre, entre las damas que le impulsaron
se encuentran su madre María Cristina, tías y abuelas. Esto también se presenta
a lo largo de su trayectoria de vida como parte de la historia durante 56 años
de impartir cátedra en la Benemérita Escuela Normal de Maestros.
El soporte de su transitar en la prestigiada institución
formadora de docentes en México, como él mismo lo señala se debe a su querida
familia, primeramente su esposa Chela, a quien califica como la jefa de la
nave. Asimismo se encuentran sus hijos Erika Graciela, Pablo Miguel, Luis
Fernando, así como sus nueras Cinthya y Areli y sus nietas Jade Alejandra,
María José y Ana Paula.
La educación primaria la cursó en la Escuela Mier y Pesado,
continuó su formación académica de 1958 a 1960 en la Secundaria 7. Aquí se
produjo un contraste en su educación familiar predominante con el sexo femenino
y al citado plantel solamente asistían varones. Además se trataba de un colegio
premilitar.
Debido a ello, Pablo marchaba todos los sábados de acuerdo a
los tres calendarios escolares existentes en ese entonces y esta situación
seguramente le cambió la existencia. Primeramente obtuvo su Cartilla del
Servicio Militar adelantado a los 16 años.
El carácter premilitar de adolescentes y jóvenes de la
Unidad Independencia, le permitió actuar como instructor a principio de los
años 60´s, situación que le valió el mote de Sargento, o sea ya traía en las
venas la noble profesión de enseñar a sus semejantes.
Casualmente el citado servicio militar lo llevó a cabo cerca
de la Escuela Nacional de Educación Física por los rumbos de la Ciudad Deportiva
en la ahora denominada alcaldía Venustiano Carranza.
Jasso González se vio obligado a estudiar francés, mientras
sus compañeros de otros grupos recibían clase de inglés. La secundaria
mencionada líneas arriba no contaba con la instalaciones necesarias para que su
alumnado recibiera la clase de educación física.
La problemática se resolvió con la asistencia al Deportivo
Venustiano Carranza, sede de donde egresaron los primeros profesores educación
física. En algunas ocasiones tomaban la clase en el estadio y otras tantas en
el gimnasio del citado complejo.
También en 1960 de forma coyuntural comenzó su brillante
andar en las competencias atléticas, otra de su pasión como maestro. Fue
seleccionado para representar a su escuela en los Juegos Intersecundarios en la
especialidad de Salto de Longitud. La competencia tenía como sede la Puerta
Cinco de la Ciudad Deportiva enclavada en la Magdalena Mixhuca. Poco después la
vida lo llevó a convertirse en juez de esta hermosa disciplina deportiva.
En 1961 adentrado ya en las competencias de atletismo, formó
parte del equipo de la Unidad Independencia e intervino en el Selectivo del
Instituto Mexicano del Seguro Social en la prueba de los 400 metros con
obstáculos. El evento en cuestión se celebró en la pista atlética del Instituto
Nacional de la Juventud Mexicana (INJUVE), situado en la Puerta ocho de la
propia Ciudad Deportiva.
En ese mismo año, ingresa a la Escuela Nacional Preparatoria
Número Siete de la Universidad Nacional Autónoma de México. Habrá que mencionar
como dato anecdótico, esta institución recién fundada, ocupaba el edificio
ubicado en la Calle Licenciado Verdad Dos, en donde años más tarde se inauguró
la Escuela Normal Para Profesores el 24 de febrero de 1924. El destino le
deparó una grata sorpresa porque este liceo es actualmente la Benemérita Normal
de Maestros (BENM).
Como seleccionado del representativo de atletismo de la
Prepa Siete, corrió los 400 y 800 metros planos en el denominado Torneo de
Preparatorias organizado por la UNAM a cargo del profesor Jorge Molina Celis.
En esta competencia participaban de igual manera la Normal de Maestros y la
Escuela Nacional de Educación Física tanto en hombres como mujeres.
Al concluir la Preparatoria sin una clara idea la carrera a
estudiar en la UNAM, se decidió primero por inscribirse en la Faculta de
Ciencias en donde cursó un año de físico teórico, no le satisfizo la especialidad
y logró su cambio para convertirse en actuario, pero solamente cubrió dos años
de estudio.
En la Universidad no dejo pasar la oportunidad de acudir a
los entrenamientos de atletismo en el Estadio de Prácticas de C.U. Ahí varias
personas quienes se percataron de su entusiasmo e interés por la práctica de
esta disciplina, en su preparación diaria, así como por aprender el significado
de la teoría del entrenamiento y el actuar también como juez sugirieron que
estudiara educación física, especialidad que lo catapultó a alturas
insospechadas.
En el mes de octubre de 1964 tramitó su ficha como aspirante
a ingresar a la ENEF. En febrero de 1965 ingresó como alumno del Grupo F, y
egresó en la Generación 1965-1967 de la reconocida Alma Mater.
Debido a su amplio conocimiento en lides atléticas, grupos
de alumnas de los tres grados existentes solicitaron su respaldo no solamente
para adiestrarse en las pruebas obligatorias para acreditar la asignatura en
una competencia interior como parte de su formación como futuras maestras en
los patios escolares, sino para figurar en otros niveles en las pistas y campos
de instituciones de educación superior.
Como estudiante se convierte en el responsable de la Segunda
Generación de las inolvidables Castoras de la ENEF de donde surgieron varias
campeonas nacionales. La calidad de las representantes blanquiazules les
permitió agenciarse por dos años seguidos el Torneo de Preparatorias.
Para el tercer año, los dirigentes atléticos de la UNAM
impidieron su participación, pero se programó un encuentro entre la selección
de atletas preparatorianas ante las Castoras, mismas que impusieron sus
condiciones en el certamen realizado en la Prepa Cinco.
COMO PROFESIONAL
Ya como docente de educación física estuvo al frente de las
Castoras a nivel nacional, que ocupaba el segundo sitio detrás de la UNAM. El
subliderato en todo momento se lo disputaba frente al representativo de
Veracruz, entidad que en aquel entonces tenía atletas de gran prestigio. Las
educadoras físicas que estaban a su cargo dominaban en el Distrito Federal las
categorías de primera fuerza, así como la Juvenil B y C.
Además de preparar deportistas, se interesó por el jueceo en
donde fue reconocido nacional e internacionalmente. Primero tuvo a su cargo
funciones como maletero, oficial mayor, responsable del secretariado, juez
árbitro, de salida, de saltos, lanzamientos y por supuesto en la pista.
Inclusive dirigió competencias atléticas de toda índole tales como infantiles,
juveniles, distritales, de la juventud, bancarios, etapas regionales, estatales
y nacionales por supuesto.
La madurez obtenida en este rubro le otorgó en su etapa como
alumno, la posibilidad de convertirse en instructor del cuerpo de jueces en la
ENEF y posteriormente ser su presidente. Esto resultó seguramente en beneficio
de estudiantes quienes estuvieron en la organización de los Juegos Olímpicos de
1968.
Lo recordamos cuando cursaba el tercer año, las autoridades
de la ENEF le permitieron impartir clases de atletismo al Grupo C de la
Generación 1969. Los catedráticos en aquel entonces entre los que se
encontraban César Moreno y Manuel Barragán, también fueron sustituidos debido a
su integración en el Comité Organizador de la XIX Olimpíada de nuestro país en
el jueceo de las competencias atléticas.
Ya como docente, le llegó un oficio de la dirección general
de educación física en donde le ordenaban dejar su escuela secundaria, e incorporarse
a la Normal de Maestros. El malestar no se hizo esperar debido a las reñidas
competencias de atletismo entre ambas escuelas, la BENM y la ENEF.
Y como en donde ordena capitán no manda marinero, Jasso se
incorpora a la ENM para dar cátedra de educación física y entrenar al equipo
varonil de atletismo, y el trabajo no terminó ahí pues supervisó la
construcción de la pista que ahora lleva su nombre.
Las prácticas de los seleccionados no fueron numerosas
debido a los contratiempos de utilizar los carriles situados alrededor del
frontón que eran usados para las pruebas de saltos y lanzamientos. En cambio
alumnas de la Secundaria Anexa, acompañadas de sus respectivas educadoras
físicas, se adiestraban en esas instalaciones hasta que la pista de inauguró en
1968.
El profesor Cipriano Barreto, titular de la materia, unificó
los departamentos, hombres y mujeres y designó a la maestra Yolanda Carranco
Santacruz como primera jefa del departamento de educación física de la Normal
de Maestros.
De ahí Pablo se hizo
cargo del atletismo y sus alumnos participaron en competencias de
preparatorias, el afamado Carnaval Rigoberto Pérez y en eventos organizados por
la Asociación de este deporte en el D.F, la Dirección de Promoción Deportiva,
juegos juveniles distritales y nacionales y campeonatos nacionales estudiantes
de primera y segunda fuerza.
Igualmente sus dirigidos estuvieron en pistas y campos como
el de prácticas de C.U, el Olímpico, en Zacatenco, ENEF, Plan Sexenal, Oceanía,
Los Galeana, Unidad Morelos, así como en escenarios del interior de la
República, Naucalpan, Chapingo, Hermosillo, Monterrey y Zacatecas.
Preparó a los equipos atléticos de la UNA, ENEF, del .D.F,
Secundaria Anexa, Secundaria 120, dirigió a los equipos de basquetbol pasarela,
reserva y primera fuerza de los Bulldogs de la Nacional de Maestros,
BRILLANTE TRAYECTORIA
ACADEMICA
En la cuestión académica de idéntica historia como
entrenador y juez, se distinguió desde el comienzo. Asistió a Cursos de
Recreación y Ocupación del Tiempo Libre en la YMCA, de Superación Profesional
de educación física de la DGEF, DGEAD; UNAM, CODEME, ENEF, ESEF y el Instituto
Fajardo de Cuba.
En 1987 se graduó como licenciado en Educación Física, viajó
a diversos cursos de actividad física en Quebec, Canadá,, Panamericanos de .E.F
en Lima, Perú, y observador en el Campeonato Nacional de Atletismo efectuado en
Estados Unidos y la Espartaquiada en Praga, antigua Checoslovaquia.
Se ha desempeñado como maestro en varios eventos académicos
organizados por la E.N.M., catedrático de educación física de la BENM en 1968,
de 1970 a 1994, y de 2001 a la fecha. Laboró como conductor del Taller de
educación física de la Licenciatura para Maestros de Educación Preescolar y
Primaria en servicio de 1975 a 1990.
Catedrático de Educación Psicomotriz I y II para la
licenciatura de educación física para
maestros en servicio de 1988 a 1993 y de 1995 a 2004. La misma especialidad la
impartió en la Modalidad Escolarizada de 1995 a 2001. También dirigió la
maestría en Pedagogía I y II en la Universidad UTREGRA de Guadalajara, Jalisco.
Su trayectoria en la Academia continuó como Asesor de la
elaboración del Documento Recepcional de los alumnos de la E.N.M. a nivel
licenciatura. Fue sinodal de exámenes profesionales
Pablo Jasso con Pilar González Fonseca (QEPD), ex - directora de la Escuela Superior de Educación Física
Dio cursos sobre educación física, atletismo, pedagogía y didáctica de la educación física, el Juego, Psicomotricidad, Motricidad, Corporeidad en instalaciones y colegios tantos en la Ciudad de México como en el interior de la República.
Pablo Jasso González ha sido juez nacional e internacional
de atletismo, secretario de la Asociación de atletismo del D.F., presidente de
la misma asociación. En varias oportunidades en su peregrinar por Benemérita
Escuela Normal de Maestros se ha encargado de presidir y ser secretario de la
Academia de educación física.
Trabajó como jefe del departamento de esta especialidad
educativa y deportiva, coordinador de Eventos Especiales, coordinador operativo
de la señalada materia, asimismo en algunas ocasiones coordinador académico del
Espacio Curricular. Su excelencia en su tarea educativa lo llevó a ocupar
también puestos sindicales, primero como secretario de Organización de la
Delegación DIIEN10, después secretario de finanzas y más tarde secretario
general de dicha delegación.
Su amor por la educación física lo llevó a presidir en múltiples
oportunidades el Comité Organizador de los Curos y Congresos Internacionales de
la especialidad en la ESEF. Invitó a catedráticos del viejo continente y de
otras latitudes del mundo para capacitar y actualizar a miles de docentes de
todo México.
Y su enorme cariño por el atletismo, también le permitió
estar al frente de varias competencias denominadas Relevos Atlético ESEF, en
donde intervinieron alumnos de la escuela quienes cursaban la materia en los
tres grados existentes, así como atletas de alto nivel, representantes aztecas en
competencias internacionales, campeonatos del mundo y Juegos Olímpicos.
Con el Profr. Pablo Jasso en un Congreso Internacional de la ESEF
Finalmente cabe señalar que muchos estudiantes y egresados
tanto de ENEF como de ESEF respaldaron los eventos que dieron mayor prestigio a
la institución Algunos fuimos sus alumnos, apoyamos en prensa y difusión y
tuvimos la fortuna de tenerlo como sinodal en nuestro examen profesional para
obtener el título de licenciados. Vaya un abrazo fraterno a Pablo Jasso
González. Fuerza, Espíritu y Guía.
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