ENEFOS
La Generación Olímpica
La de las Ilusiones y los Desengaños
por
Alfredo
Cuéllar
“Entre más grandes son las ilusiones,
más duelen los desengaños”
Anónimo
OBJETIVO
Este ensayo
presenta una opinión libre y metafórica de la Generación de ENEFos, 1967 -1969,
el autor, es un testigo de ese accidente institucional histórico que se llamó
la Escuela Nacional de Educación Física, en corto ENEF, y que evolucionó, a
ESEF (Escuela Superior de Educación Física) en gran parte por la influencia de
las ideas generadas, en esa generación, y por maestros y personajes
relacionados con dicha generación. En
este ensayo ofrezco la razón de las ilusiones y los desengaños, cuál era la
misión no escrita de la ENEF, su estructura y su plan de estudios. También, hago una clasificación de los
estudiantes, hablo de los maestros, describo como fue el liderazgo, y los
líderes, y finalmente interpreto que legado dejó esta, la Generación Olímpica, la
de las Ilusiones, y los Desengaños.
ENEFAS, LAS
INOLVIDABLES COMPAÑERAS
No es posible
escribir este ensayo sin mencionar a las compañeras. Mientras que los grupos “A”, el “B”, y el “C”
eran de puras damas (nos tocó la colita de las teorías y modelos que
justificaban la separación de géneros), la verdad es que todas fueron
inteligentes, valientes, decididas, bellas amazonas adorables. Todo lo que escribo en este ensayo las
incluye a ellas. Es un milagro que no
hayamos terminado todos casados con ENEFAS.
¿POR
QUÉ ILUSIONES Y DESENGAÑOS?
La generación
de la ENEF fue la de las Ilusiones y los Desengaños porque nunca en la
historia conocida hubo tantas esperanzas para el campo de la Educación Física y
el Deporte, y consecuentemente, cuando la cultura de corrupción y oportunismo
político se impuso, las ilusiones se tornaron en desengaños mayores.
LAS ILUSIONES
¿Qué produjo
las ilusiones? Los momentos históricos e
icónicos del 68, concretamente el movimiento estudiantil; los juegos olímpicos,
por primera vez organizados por un país “en emergencia”, eventualmente re
bautizado como del 3er mundo, y vuelto a rebautizar como país jodido a merced
de sus malos destinos; las construcciones olímpicas, supuestamente el despegue
de nuestra nación como potencia deportiva (pobres incautos que creíamos que una
gran casa hace rico a un pobre); y finalmente buenos, y regulares líderes.
LOS DESENGAÑOS
Y, ¿los
desengaños? Porque las culturas matan
cualquier iniciativa que no sea respaldada por un plan de cambio cultural. Al tocarnos el momento mas glorioso del
PRIismo, con todos sus componentes que años mas tardes lo hicieron caer
estrepitosamente: corrupción, mentiras, banalidad, abuso, y simulación,
nuestras ilusiones fueron asesinadas por estas realidades. Una a una de las ilusiones se fue como el agua
del mar sobre manos empeñosas que quieren tener un pedazo del océano para
siempre. Los líderes que egresaron de la
misma ENEF, se convirtieron en profesionales ajenos a la EF. Los maestros inspiradores se quedaron solos o
sucumbieron ante la fuerza de destinos implacables. Los Juegos Olímpicos en México fueron modelo
y parte aguas, pero igual no tuvieron significación en el olimpismo que siguió
su marcha de corrupción y adoración a lo financiero. Las instalaciones olímpicas se hicieron
elefantes blancos-grisáceos, sin trascendencia mayor por falta de un plan mas
integrado y por la ignorancia de los que sí podían hacer algo. El movimiento del 68 tuvo sólo impacto y
relevancia política, aunque muchos autores clamen lo contrario, pero en
realidad refinó el autoritarismo y el gatopardismo del PRI sirviéndole para que
la cultura política creada, desarrollada, y dominada por el PRI, tuviera un
segundo aire.
MISIÓN,
ESTRUCTURA
Cuando llegamos en 1967 a la ENEF
sus instalaciones eran cuasi-nuevas. El
modelo era más bien europeo-normalista, con gran potencial pero carente de
visión a mediano o largo plazo. Era una
organización educativa que vivía al día, donde los directores tenían mucho
poder con pocos o nulos balances de los maestros o los mismos alumnos que
sirviera para limitar el poder concentrado en el Director.
La misión:
educar físicamente a los niños y jóvenes de México. El plan e estudios era una mezcla de deporte, y
mínimos elementos históricos, y algo de didáctica motora, este componente del
currículo, fuera de las aulas, o sea la parte práctica, hacía las delicias de
nosotros los alumnos porque era lo que nos daba identidad, además, muchos por
primera vez jugaban y para su asombro no los regañaban porque estaban
estudiando, no jugando. El otro
componente eran clases psico-pedagógicas.
La otra pieza del plan eran cursos de anatomía-fisiología-primeros
auxilios, enfocado a lesiones deportivas.
Finalmente, un componente filosofo-histórico-cultural. El modelo pedagógico de nombre innombrable
era: filo-histo-psico-bio-peda-culto-deportivo. Fue como fue, y nos hizo lo que nos hizo.
LOS
COMPONENTES
En
instalaciones hermosas, rodeadas de campos deportivos, recuérdese que la
escuela sigue estando en la Ciudad Deportiva.
Solo quedaban las mas importantes variables de la fórmula educativa: los alumnos y los maestros. Dicen que Harvard no tiene más mérito que ser
altamente selectivo de sus alumnos, y buscar a los mejores maestros del mundo. El resto es solo el relleno de un modelo
exitoso. El examen de admisión a la ENEF
daba ciertas ilusiones (¿más ilusiones?), una parte era de conocimientos
generales, y el otro físico.
Supuestamente muy selectivo. Pero
eventualmente los recomendados, muchos de los cuales eran mejores que los
seleccionados, corrompían al modelo por los innumerables compromisos políticos
(¿) a criterio del Director y su respectivo grupo.
ENEFOS
(ALUMNOS DE LA ENEF)
Esos alumnos
ENEFOS eran:
Los Normalistas
(estudiaban en la normal en la tarde, o ya habían terminado ésta, y corrían
a su trabajo porque ya tenían una plaza). En esta misma categoría había un
número limitado de los que sin ser normalistas iban a otra escuela (prepa,
danza, deporte, o carrera técnica). Pero
los pongo en el mismo grupo porque la vida de ellos, en la ENEF, era de las 7 a
la 3 PM.
Los Deportistas
(se habían destacado en algún deporte y antes de pasar sus glorias deportivas,
o ya cuando se anticipaba que habían pasado, pensaban en garantizarse una vida
magisterial en la EF, o el deporte.
Los de Ascenso
Social, no eran normalistas, no eran grandes deportistas, pero de una
escala social debajo de la media veían la oportunidad de encontrar que hacer y
como hacerle en el México de entonces.
Estos habían sido inspirados por un profesor en servicio, o por familiares
o amigos.
Los Encarrilados,
los que no habían elegido una cosa, u otra, deambulaban por el mundo como no se
que soy, ni a donde voy, y como salvación alguien de la familia, o una amistad
les decía, “éntrale a la ENEF”.
Los Visionarios,
amaban y creían en el deporte, en la actividad física como objeto, y sujeto de
su vida y su destino.
LOS MAESTROS
Todos los
maestros fueron buenos, pero algunos fueron mas buenos que otros. La principal gran división era, los maestros
que vivían por y para la EF, y por tanto estaban mas tiempo en la ENEF, y
tenían mas tiempo para interactuar con los alumnos; y los maestros que por
angas o por mangas sus cátedras eran solo un componente de una ocupada vida
profesional y, por tanto, por mas buenos que fueran no podían convivir mucho
con nosotros. Sin embargo, todos los maestros dejaron
profunda huella en nosotros.
La verdad, nos
guste o no, la ENEF era una escuela de medio tiempo, de las 7 a las 3 PM. Y era además sin profesores de tiempo
completo. Los que tuvimos la suerte de
vivir para la ENEF todo el horario diario sin tener que correr a otras
actividades, sabíamos que casi se volvía un desierto la Escuela durante las
tardes. Claro, había entrenamientos de
futbol americano, de danza, de volibol, y de basquetbol, y otras
actividades. Pero cero clases, nada
académico. Eso tenía ventajas y
desventajas. En las últimas, que se
desperdiciaban unas lindas instalaciones.
Y de ventaja es que se quitaba el estrés de los alumnos que vivíamos
para la ENEF. No había muchos maestros
en las tardes ENEFanas.
La ENEF tuvo
algunos rasgos positivos, no intencionados, pero resultaron en algo tan bueno
que casi llega al nivel de bendiciones.
Escuela de Libre Albedrío con Democracia Auténtica. Estábamos tan solos, sin maestros
encauzadores, consejeros, padres, familiares o maestros de tiempo completo, que
los retos como alumnos, o como grupo se resolvían entre nosotros mismos ya era
un lujo que un egresado viniera a darnos un consejo. Eso presentaba un laboratorio de líderes
rotativos, donde la gestión era natural y autorregulada. Nuestras reuniones eran rápidas, y al punto,
y se llegaba a conclusiones seguidas de decisiones que todos respetaban. Si alguna vez la democracia sucedió y
fue practicada fue en los grupos “D”, “E”, y “F”.
Jerarquía Natural. Un poco al estilo de los mamíferos no muy evolucionados
se establecían rangos jerárquicos a partir de la convivencia y de
resultados. Esta jerarquía permitía flexibilidad
y dinamismo para incluir a todos, o casi todos los que querían ser incluidos.
Justicia y Equidad Social. Lo mejor de
todos se aportaba a todos sin mayores aspavientos, y la escala social o
económica que son notables en otras escuelas, en la ENEF fue eliminada, o
disimulada con inteligencia. Solo había
una clase social: nosotros y nadie discriminaba a nadie (al menos no
evidentemente). Las demandas de la
escuela, porque había demandas innegables, hacían que algunos se auto
eliminaran, y otros se pegaban a los mas aventajados y salían adelante.
Líderes
estudiantiles. Pocas
generaciones tuvieron retos tan apremiantes como la llamada Generación
Olímpica, pero antes de hablar de los retos conviene dejar constancia que
fueron tres las generaciones olímpicas. 67-69, 67-70, y 68-71, todos los
miembros de estas generaciones vivieron los retos que a continuación explico:
El reducir tres años a dos para igualar a calendarios “A” y “B”, fue tremendo
esfuerzo, aunque poco se hable de eso, porque era en realidad el contenido de tres
años resumido en 2 (más o menos), lo que equivale a doble esfuerzo. El Conflicto de 1968, incluyendo Tlatelolco,
y la difícil situación de la escuela que identificándose con los demás
estudiantes y simpatizando con la huelga estudiantil, teníamos que responder a
nuestras funciones en la organización de los Juegos Olímpicos; tratar de
liberar a compañeros detenidos por participar en manifestaciones y protestas, y
la división entre los mismos estudiantes ir a la huelga (incluyendo interrumpir
nuestras actividades en la organización de los juegos), o bien apoyar el
movimiento pero sin ir a la huelga para cumplir con los juegos; negociar con
las autoridades la reducción de mas de la mitad de la escuela para la
construcción del Palacio de los Deportes, asegurándonos de que el famoso
Palacio sería propiedad de la escuela (una manipulación más y otro desengaño de
la cultura PRIista); la tabla gimnástica magno evento que despegaba los
festejos de inauguración de los XIX Juegos Olímpicos; la participación de
cientos de jueces, y otras funciones en los mencionados juegos; y finalmente,
recuperar el tiempo puesto en la organización de los Juegos Olímpicos que
todavía mermó más el calendario escolar y que hizo que la trascendente vida en
la ENEF se redujera a unos 26 meses, ¿quién podría decir que 26 meses nos
marcaron para siempre?
EL LEGADO
Hay dos tipos
de legados, los indiscutibles y los descubribles. En los indiscutibles está que fue una
generación de excepción. Nadie jamás se
enfrentó a los retos que tuvimos nosotros, y salimos mas que airados, diría sin
temor a exagerar, fuimos gloriosos. No
tengo datos duros, pero no es mucho exagerar que la mayoría siguió estudiando. La generación tiene fisioterapeutas, médicos,
abogados, economistas, diplomáticos, arquitectos, antropólogos, ingenieros,
contadores, académicos con maestría, maestrías, doctorado, y doctorados, los
mas puros y especiales son los que se quedaron de educadores físicos
representándonos a todos. Algunos de
nuestra generación has destacado en la política (¿), en universidades
extranjeras. Tampoco puedo asegurarlo,
pero es muy probable que los miembros de nuestra generación sean los que más
han hecho aportaciones a teorías, modelos, ensayos, revistas, libros,
congresos, y a la profesión en lo general.
Entre lo
descubrible, está primero ofrecer los datos duros, la información de encuestas
y estudios sobre esta generación y sus miembros. Igualmente, las aportaciones que en México y
el extranjero han hecho algunos de sus miembros. Sería ideal un estudio de casos con otras
generaciones. O tal vez el salón el Salón de la Fama de la Educación
Física.
Dejo fuera
hablar de los paradigmas que mantienen a la Educación Física como
sub-profesión, o subvaluada; cómo la famosa pugna Educación Física bis-a-bis
Deporte fue avasalladoramente ganada por el deporte; cómo muchos de los
estereotipos de los gloriosos profesionales de la EF siguen vigentes sin hacer
justicia entre la sociología de las profesiones, de los pleitos entre
organizaciones deportivas; de la influencia (positiva y negativa) de hombres y
mujeres de México en el olimpismo; de lo que ha hecho, y no ha hecho el
Instituto Nacional del Deporte; del específico humor vulgar y refinado de los
profesores de EF; y muchos apasionantes temas que se pierden en el arcón de la
ignominia.
Tampoco es
casualidad que esta generación sea la que organice la mas bonita y emotiva
reunión de egresados.
A todos les
ofrezco mi afecto y bendiciones de siempre.
Estoy orgulloso de haber sido parte de esta generación.
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