ES EL CLAVADISTA OSMAR OLVERA IBARRA LA
NUEVA LEYENDA DEL DEPORTE MEXICANO
Por Víctor M. Rodríguez Ocádiz
Con la obtención de su segunda presea en los Juegos Olímpicos de Paris '2024, Osmar Olvera Ibarra confirmó su status como la nueva leyenda del deporte mexicano. Consiguió la plata en la especialidad de clavados sincronizados de trampolín de tres metros y ahora se apoderó del bronce en la competencia individual. Ya está aquí el nuevo sustituto del legendario e inolvidable Joaquín Capilla Pérez. 1928-2010 (QEPD).
A sus escasos 20 años de edad. Osmar, hijo de Mayanin Ibarra Bahena, Sergio Olvera Quintana y nieto de Alma Bahena Ambriz, una tripleta de sobresalientes profesionales de la educación física, está encumbrado entres los mejores clavadistas del mundo.
En compañía de Juan Celaya quedó a sólo cuatro puntos abajo de la extraordinaria dupla de China, y ahora se ubicó a 30 unidades del segundo sitio y a 43 del lugar de honor detrás de los asiáticos. Su doble medalla lo situó como el sexto multimedallista tricolor de todos los tiempos
Su brillante actuación, sobre todo en sus dos últimos lanzamientos se vio opacada por la forma como tiraron sus adversarios que se llevaron las mejores calificaciones. El ganador de la plata efectuó un clavado casi perfecto en su última oportunidad. la ventaja de su compatriota que se agenció el metal dorado en sus lances anteriores le permitió llevarse la victoria.
Fue una competencia sin igual, la perfección entre los tres primeros sitios se definió en los últimos tres clavados, eso habla bien de la preparación a lo largo de todo un ciclo olímpico. Su más cercano perseguidor, quien ocupó el cuarto puesto se quedó rezagado por más de 70 puntos. Ante esto, la calidad de los concursantes no tuvo parangón.
Ahora, a la nueva leyenda nacional de los clavados a nivel internacional, le restan por participar - como ya habíamos mencionado en anteriores escritos - tres Juegos Olímpicos, seguro estará en los Angeles´28 en territorio estadounidense dentro de cuatro años cuando apenas tenga 24 años.
Enseguida en 2028 en Brisbane, Australia, llegará en la edad óptima para ejecutar clavados, se menciona que a los 28 años el atleta dedicado a esta especialidad llega en su mejor forma. De la misma forma, podrá intervenir en la edición de 1936 con 32 años de edad.
El ahora máximo representante del deporte de nuestra nación, quien desde ahora debe ser considerado la figura principal para obtener el Premio Nacional del Deporte, y seguramente respaldado por la Asociación de Medallistas Olímpicos encabezada por Daniel Aceves, candidato a presidir la Comisión Nacional del Deporte, no tendrá inconveniente alguno para obtener la afamada distinción.
En las tres oportunidades señaladas, Olvera Ibarra podría completar cinco participaciones en la máxima justa deportiva del universo ( debutó en Tokio 2020 a los 17 años) y ahí podría dejar atrás por mucho la histórica hazaña de Capilla, quien ganó cuatro preseas en tres ediciones.
En la primera de ellas, celebrada en Londres en 1948, Joaquín con tan sólo 19 años de edad consiguió la presea de bronce en la especialidad de los clavados de 10 metros de plataforma.
Cuatro años más tarde enfundado en el uniforme mexicano, en 1952 en Helsinki volvió a brillar con luz propia en la misma especialidad y en esa ocasión se tuvo que conformar con la metalla de metal argenta.
Y para 1956 en Melbourne repitió su excelente actuación, esta vez superó a todos sus adversarios y se llevó el metal dorado en la prueba de 10 metros de plataforma, así como el bronce en el trampolín de tres metros.
Los mexicanos vibramos con el excelente desempeño mostrado por nuestro joven representante, quien tuvo que luchar con todo y contra todo, ya que durante un año no recibió su beca por parte dela titular de la CONADE y sufrió la ausencia de su entrenadora, la china Ma Jin, hacedora por más de 20 años de estupendos clavadistas.
La preparadora asiática no solamente tuvo que sufrir la ausencia de un salario por su magnífico trabajo, sino padeció la increíble persecución de parte de las autoridades deportiva, quienes intentaron deportarla en varias ocasiones.
Por ahora el dicho de que gana más un Nini que un atleta de alto rendimiento en nuestro país es verdad. Esperemos que para el próximo ciclo olímpico que empezó ya, quienes se encarguen del deporte respalden a elementos como Osmar, quien no solamente brilló en estos Juegos, sino también en campeonatos del mundo en donde superó a los competidores de otras naciones.
El horizonte pinta bien, pronto podremos visualizar otro panorama más benéfico para los deportistas nacionales que nos crean cada cuatro años enormes esperanzas de que no todo está perdido. Al actual fallido gobierno le restan 48 días, no, menos 53 días para irse lejos.
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