ESCUCHAMOS DECENAS DE ANECDOTAS EN

LA REUNION MENSUAL DE BASQUETBOLISTAS

Por Víctor M. Rodríguez Ocádiz

Decenas de anécdotas se plasmaron en la reunión mensual de basquetbolistas que lleva a cabo la maestra Yula Moguel Viveros en su afamado café de la Colonia Hipódromo Condesa. Esta ocasión el texto escrito aquí trascenderá lejanas fronteras ya que "Chula" Moguel como la nombramos los encargados de la fuente basquetbolera, seguramente la leerá en Japón a donde viajó el mismo día de la reunión..

Esta vez por problemas de trabajo, quehaceres de fines de semana, participaciones ( aunque no lo crean por cuestiones de edad) en torneos de maxi basquetbol y otros más por residir en apartados lugares de nuestra República, descendió la tertulia, sin embargo estuvimos presentes cerca de una veintena de asistentes quienes no abrazamos calurosamente debido a que nos pasa el tiempo, encontramos más identificados.

Algunos que se presentan o asisten después de alejarse un poco, recordaron su devenir dentro de las duelas y otros más nos volvimos a reencontrar, aunque de primera fisonomía apenas nos acordamos de sus rostros. El tiempo ha hecho su trabajo y algunos pintamos canas, otros ni siquiera pueden peinarse (escasos de cabellera), aunque debo aceptar que las mujeres se conservan en excelentes condiciones, caso contrario en los varones.

Resulta agradable congregarse y disfrutar el convivio con personas de todas las generaciones, algunos más grandes y otros apenas se encuentran en el apogeo de su existencia (Marina Martínez), la más joven de todo el grupo, aunque quienes acumulan más almanaques, aún muestran enorme juventud y pueden sin dificultad llegar a la meta, instalada en la Terraza del Café de Yula.


                                                Puro basquetbolista de corazón

Otros más necesitamos de la ayuda de nuestros conocidos, como en el caso de su servidor, a quien el prestigiado jugador José María "Chema" Medina, quien preguntó si necesitaba respaldo para alcanzar el primer tramo de la escalera inicial, antes de abordar la de caracol y posicionarnos en las mesas para degustar los excelentes platillos que prepara la inquieta Yula, licenciada en educación física, ligada al baloncesto desde hace mucho tiempo.

Recordamos que llegamos a la calle de Citlaltéplt hace 47 años, ahí se llevaban a cabo las conferencias de prensa del basquetbol de élite, Recordamos con afecto a los fallecidos, maestro Leopoldo "Charrito" González, quien trabajo en la radio, Alfonso Roldán padre (La Afición) Raúl Morán (Esto), Juan Vargas (La Prensa), el educador físico Ricardo Ramírez mejor conocido como Ric Ram (Ricardo Ramírez) de El Heraldo, padre de nuestra compañera de generación María Elena Ramírez, sobresaliente gimnasta que participó en los Juegos Olímpicos de México 1968.

Como siempre nos sucede llegamos un poco tarde, Pancho Ramírez nos reclamó, de idéntica manera lo hizo Héctor "Terry" Macías, quien nos llamó la atención porque en nuestra relatoría dijo no escuchar, no sé si tiene problemas auditivos o fue debido a los problemas de garganta que aún sufrimos. En ambos casos todo se resolvió satisfactoriamente, pero espero no se repita.


                      La alegría y fraternidad siempre presente en el Café de Yula

Debido a nuestra tardanza no alcanzamos a percibir la alocución de Pancho, ni de Chema, un poco la de Emilio Pérez Banuet, quien nos pasaba la información de los juegos. Terry recordó algunos pasajes de su brillante trayectoria como coach con los Frailes de la Universidad de Tepeyac, y los equipos que dirigió en la Liga Mayor como Motolinía, en donde ordenaba a sus jugadores dedicar el juego a un comunicador. Gran detalle.

Alejandro González Hernández agradeció asimismo su desarrollo dentro de los gimnasios de baloncesto, y mencionó a varios de sus maestros tanto en el juego de las cestas, en donde laboró como auxiliar del entrenador de la selección nacional sobre silla sobre ruedas. Yadira Aranzaga agradeció nuevamente la invitación de Terry de incorporarla a estos convites.

Los tres árbitros consuetudinarios en este pequeño ágape, Juan Rodríguez, Jorge Camacho y Javier Millán relataron algunos pasajes de cuando silbaron encuentros importantes.

Millán provocó sonora carcajada de todos, al comentar que un silbante que marcó cinco segundos a una quinteta, el entrenador furioso reclamó porque observó la mano del juez y solamente observó dos tres dedos, dijo que apenas habían trascurrido tres segundos, pero nunca se percató que al hombre de negro le faltaban dos dedos.

Juan Rodríguez relató su temprano paso por el basquetbol que practicó desde infante, luego se convirtió en árbitro, y ahora con 84 años encima, dirige equipos de baloncesto, eso se llama amor por el bello deporte ráfaga. Lo propio hizo Camacho.

Esta ocasión tuvimos la fortuna de saludar y compartir el pan y la sal con la simpática Martha Alzaga, excelente representante del baloncesto mexicano que le permitió viajar por varios países en el mundo, según manifestó.

Estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México, es historiadora, y fungió como docente en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, laboró como entrenadora de baloncesto, obviamente el deporte de sus amores y prestó sus servicios como coordinadora de Prestaciones Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social. Está inscrita en la página oficial del basquetbol mexicano en donde se entera de todos los acontecimientos relacionados a la mejor disciplina deportiva del mundo mundial.

Por su parte Armando Roldán Tapia, rememoró a su progenitor, quien le inculcó desde infante la pasión por el basquetbol, deporte que practicó en el equipo Indios, aunque más tarde se adentró al mundo de las tacleadas, luego se graduó como profesor de educación física, fue catedrático en varias instituciones de prestigio y más tarde en comunicador. 

Esta vez para su programa de televisión, con el respaldo de Javier Jorge Vara, en el manejo de la cámara, entrevistó a Francisco Ramírez. ex-catedrático de la citada materia en la Escuela Superior de Educación y presidente de la Fraternidad ENEF-ESEF que otorga el afamado " Halcón Dorado".

Armando hizo memoria y mencionó a una persona ligada al Comité Olímpico Mexicano, quien participó en la competencia de basquetbol de los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrado en México 1990. Le sugirió llevar el disco El Rey de José Alfredo Jiménez, y todo el público asistente que abarrotó a lo largo del certamen el Gimnasio Juan de la Barrera (de la Gotera, diría el Charrito González) cantaba al unísono dicha composición.

Cuando México se coronó, el escenario vibró y la voz de miles de asistentes quienes interpretaron dicha melodía a todo pulmón, se escuchó a varios metros del mencionado recinto. Recordamos aquella hazaña y entrevistamos para la Agencia Internacional Reuters a nuestro compañero Arturo Guerrero, quien fungió como entrenador nacional.

Entre los asistentes en aquella ocasión se encontraba Raúl Salinas de Gortari, hermano de Carlos, ex-presidente de nuestro país. Cuando Puerto Rico se acercó peligrosamente a nuestro equipo, que llegó a tener 15 unidades de handicap, varios nos convertimos en el entrenador y gritamos que volviera a la duela a José Luis "Satanás" Arroyo, para lograr el título.

En nuestra alocución cuando llegó mi turno, rememoramos que en ese entonces el Comité Organizador cuyo titular fue Ramírez, trabajamos en la jefatura de Prensa de la Villa Centroamericana en Tláhuac, y pronto nos deberíamos trasladar al Plan Sexenal para relatar los encuentros de la rama femenil y más tarde al rectángulo del Juan de Barrera a reseñar la crónica de los compromisos varoniles. lo hacíamos con verdadera pasión, "la juventud" aunque ya teníamos 40 años encima nos permitió hacerlo.

Gela Ríos imprescindible entrenadora de Costeños de Cañitas, por el rumbo de Popotla, recordó que en sus años mozos antes de convertirse en profesora de educación física, enfrentó muchos problemas familiares.


                              Las Cumpleañeras, Yula Moguel y Araceli Marín

A ella le gustaba el voleibol y su padre Eliseo "Marro" Ríos (qepd), le reclamaba que ya se iba al voli, su mamá Marina Soto, entraba a la discusión y le decía a su marido que la dejara practicar lo que más le gustaba En su relato a Gela como la llamamos de cariño y afecto, se olvidó decir que su mamá, educadora física también, fue una excelente deportista y e inclusive brilló a nivel Centroamericano en pruebas de atletismo, pero pudimos recodarle dichas hazañas.

Quien sabe porque Marina Ríos pronto se integró al baloncesto (quizás porque no se hablaba de otra cosa en su hogar), al igual que su atractiva hija Marina Estrella Martínez quien jugó a nivel universitario, entrenan a centenares de niños desde los cuatro años, y en múltiples ocasiones se han coronado campeones nacionales en ambas ramas.

Las dos coincidieron que las discusiones prosiguen aún dentro de la propia familia por las diferentes opiniones que se externan del baloncesto, pero así se presenta la vida y pronto las resuelven.

Araceli Marín nos cuestionó por la exiguas líneas dedicadas en el primer escrito y no reflejamos su brillante trayectoria no solamente como jugadora, y le dimos más pelota a su esposo de apellido Chucuan, pero aunque tarde podemos señalar que ella fue entrenadora nacional y conferencista. Me debe una lana.

Nos congratulamos con la presencia de la simpática Martha Alzaga, excelente representante del baloncesto mexicano que le permitió viajar por varios países en el mundo, según manifestó.

En nuestra participación recordamos con enorme cariño porque alguien lo mencionó a Mario "Abuelo" Peña, con quien laboramos en la Comisión Nacional del Deporte desde 1989. Originario de Nuevo León, participó con nuestro representativo en los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964, Nunca olvidaremos la canasta que logró de cancha a cancha en el preolímpico celebrado em Yokohama.

Ahí también participó nuestro compañero de generación Ricardo "Rico" Pontvianne (qepd), quien conformó la escuadra nacional de México 68 (quinto lugar), junto a otros hermanos de la misma generación, Arturo "Mano Santa" Guerrero (de nuestro grupo), y Fernando Tiscareño.

Finalmente Yula, agradeció la presencia en este guateque  de quienes amamos el baloncesto, posteriormente nos convocó a volvernos a ver el próximo día cinco de abril venidero, se disculpó porque a la una de la tarde en puntos debió salir de su casa para abordar el avión que la conduciría a la extraordinaria nación nipona.

Antes de despedirnos con un afectuoso abrazo, se llevó a cabo la tradicional partida de pastel de quienes en este mes celebran su cumpleaños. En esta oportunidad tocó el turno a Aracelí Marín y por supuesto a Yula. Felicidades y POR AHÍ NOS ENCONTRAREMOS, ah chinga!, copié la frase del Terry.  









 

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