REINÓ LA CONFRATERNIDAD EN LOS ASISTENTES
AL CUMPLEAÑOS DE MARIA EUGENIA FONSECA
Por Víctor M. Rodríguez Ocádiz
Teníamos muchos años de no coexistir en Confraternidad entre consanguíneos y hermanos de profesión de la maestra María Eugenia Fonseca Guevara, integrante del Grupo "C" de la Generación 1967-1969 de la Escuela Nacional de Educación Física y esta vez, con motivo de su cumpleaños lo volvimos a experimentar.
Cuando Maru se acercó para agradecer a sus compañeras que ocuparon la Mesa Ocho casi al final del evento, las lágrimas y los nudos en la garganta brotaron en varias de ellas en el momento en que externó:
" Continuemos con las reuniones, para fortalecer nuestra amistad de mucho tiempo, sin importar quien desee participar, y espero que ustedes se encuentren en los momentos importantes de mi existencia".
Más de 80 personas se reunieron para el festejo de la mencionada quinceañera en las instalaciones de la Secretaría de Marina, por el rumbo de Coapa, resultó muy emotivo y la alegría estuvo presente en todo momento, debido a las "travesuras" que son la característica principal de las educadoras físicas.
Las emociones encontradas se presentaron precisamente el Día Internacional de la Mujer, familiares, amigos y colegas hicieron su parte para levantar el ánimo de la festejada, quien se mostró preocupada porque no llegaba a tiempo la barbacoa.
Abrazos y muestras de cariño se multiplicaron a lo largo de las seis horas de celebración en donde todos y cada uno de los asistentes hizo lo propio para pasarla de maravilla. El servicio fue individual y cada uno se acercó a la barra para servirse las bebidas de su preferencia, aunque las cervezas fueron las más solicitadas por el calor reinante, aunque también hubo pulque.
Lo propio aconteció en el momento de probar los alimentos, la extensa fila para recibir la taquiza, pronto se desvaneció por la excelente prontitud de los meseros a quienes apenas se les veían las manos para complacer a los comensales.
La festividad alcanzó momentos insospechados gracias a la participación de familiares, sobre todo damas, quienes interpretaron varias canciones, acompañadas por el extraordinario tecladista contratado para tan importante acontecimiento.
Las melodías de despecho, resentimiento, rencor, resquemor, encono, odio, cólera y furia no se hicieron esperar. Otras más de autores conocidos, sobre todo mexicanos pusieron a chiflar y a ejecutar el conocido alarido nacional.
También, algunos pudimos cantar música tranquila y muy romántica como la de José José. Cuando algunos nos atrevimos a lanzar gallos (que no gorgoritos), recibimos sonoros aplausos que inclusive se escucharon hasta la calzada Miramontes.
Enseguida pasamos a las mesas (sin sombrero) para la infaltable cooperación, muchos no respondieron a la petición y otros agradecieron con botana integrada por chetos, chicharrones y cacahuates.
La reunión llegó a su clímax, cuando tocó el turno de bailar, la pista se tornó imposible por el número de parejas quienes con ritmo cadencioso, se atrevió a valsar y mostrar sus mejores pasadas.
Pero de pronto las maestras, compañeras de salón en la ENEF, no tardaron en poner su granito de arena y animaron el cotarro, convite o tertulia y pronto, mostraron sus aptitudes para la danza, o el baile, materia obligada cuando estudiaron hace ya más de 58 años en la citada institución educativa.
Uno de los momentos que todos siguieron con gran interés y que provocó las risas de la multitud, fue cuando la maestra Betty Téllez (excelente cantante), recién llegada de Suecia. aunque ahora se rehusó a deleitarnos con su afinada voz, se presentó en la pista con un bastón y el deleite fue general.
Enseguida su compañera Martha Soto, le pidió el bastón y también hizo de las suyas y provocó la hilaridad de los asistentes. Finalmente Margarita Urbina solicitó que el bastón se lo dieran a la festejada, quien ni corta ni perezoza, también se lució,
Además de convivir con los familiares de Marú, también lo hicimos con las inquietas profesoras reunidas en esta oportunidad. Ahí pudimos saludar a nuestras hermanas de profesión, Eloísa Velasco, Ana María Moncada, Mercedes Betancourt, Adriana Sánchez.
No dejamos de abrazar a Fresia Aranda, Margarita Urbina, Beatriz Téllez, Martha Souto, Ernestina Espinoza, Alma Bahena, abuelita del clavadista Osmar Olvera, medallista olímpico en Paris´24, Martha Soto y por supuesto a la cumpleañera María Eugenia Fonseca.
También lo hicimos con algunos profesores conocidos como Teresa Fonseca quien fue nuestra compañera supervisora en Miguel Hidalgo, a quien le ofrecimos sincero pésame por el fallecimiento de su esposo Juan Hernández Reza, De igual forma asistieron Ruth Pacheco y Juan Soto. y por supuesto Guadalupe Canales, quien se ha integrado desde hace muchos años a este grupo de traviesas maestras.
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